Di-vagando

Estoy aqui, sentado con total comodidad en la silla de mi computadora, no tengo nada mas que reportar.
El fastidio me mata... he querido jugar, pero me aburre todo lo que tengo a mano.

¿Nunca les ha pasado?

Es como si el mundo ya no te llenara y lo que deseas es desconectarte, perderte en la inmensidad de ti mismo, sin pensar.

Los libros, por vez primera, no me satisfacen, y el cuerpo se revela ante cualquier sugerencia (por mas sugestiva que esta sea)

Lloren por mi unos dias, estare muerto un rato mas... supongo nos veremos pronto.

Bienvenidos!!!

Sea este nuestro primer encuentro... ojalá lo pasen bien.

Hoy me encontraba muy a gusto jugando con uno de mis videojuegos favoritos, Oblivion... si lo han jugado, ya saben las razones por las que me gusta tanto, y si no, pues poco caso tendria que les explicara, seria como tratar de explicar el sabor de un postre, o por que determinada persona besa muy bien... o sea, PRUEBENLO!!!

Ejem!... el caso es que estaba perdido en la inmensidad de esa otra vida, recreandome en los paisajes, preparandome para recibir cualquier ataque... estaba vivo dentro de ese juego, cuando de pronto escuche una tosesilla a mi lado...

Era el niño que fuí, ese que hace cosa de veinte años estaba pegado jugando Adventure con su ya no tan flamante Atari 2600, y al igual que el niño que soy, el niño que fuí se encontraba absorto, embebido ante tal despliegue de fantasia a traves del monitor de su television.


Cuando ya me encontraba perdido en mi autocontemplación, descubrí que allí también se encontraba el adolescente que llegué a ser, quien acompañado por una corte de buenos amigos se disponian a salvar milenarios reinos, armados solo con unos dados, unos libros y una montaña de imaginación...

Y no me sentí culpable en lo absoluto, porque cada uno de los niños que fuí y que han peleado, han sufrido, han ganado... y en muchisimas ocasiones perdido miserablemente, también han demostrado que es poco lo que necesitan para divertirse, para soñar, para crear, por un momento, nuevos paisajes, nuevas emociones, nuevos desafios.

Supongo que seguiré jugando Oblivion mas tarde... ahora debo desempolvar algunos libros y sus dados.

En memoria a Gary Gigax... Gracias por dejarnos soñar