10 may 2009

Una madre...

Esta es un pequeña historia.
No es la mas original de las historias, tampoco es la mas bonita y ciertamente no es la mejor contada, pero es una historia.

Hubo una y miles de veces una mujer, que sin proponerselo, tal vez incluso sin desearlo... fue madre.

Esperó, con entusiasmo, con miedo, con alegria, con todas esas emociones que solo una mujer puede sentir al tiempo a su hijo.

Le vio nacer y con un regocijo infinito vio sus ojitos abrirse al mundo.

Y la mujer pensó que ya no podrian existir jamás alegrias iguales, que el mundo le habia dado algo tan hermoso que no podria volver a sonreir igual.

Pero entonces, antes que ella pudiese asimilarlo... el niño dijo mamá.

Y la mujer lloró de alegria. Y lloró cuando por vez primera, el niño fue a la escuela, y cuando monto su bicicleta y cuando pasó su primera noche fuera de casa.

Tambien se desgarro en llanto cuando enfermó, y cuando cayó de aquel muro y se raspó las rodillas, lloró en silencio tantas veces y el niño de esto nada supo...

Pero el niño ya tenia ideas propias y lo que mamá decia ya no era tan importante, a veces resultaba hasta fastidioso... pero la mujer sabia que esto solo significaba una cosa... el niño se hacia hombre.

Y las nieves del tiempo cubrieron la hermosa cabeza, el saber trocó en sabiduría y la experiencia fué el bastón de la mujer.

Y un día otros ojitos se abrieron al mundo, el niño hecho hombre era padre y la madre volviase abuela...

Y la mujer lloró de nuevo de alegria.

Advertidos estaban... la historia no es tan original... tampoco muy bonita... y ciertamente, no está muy bien contada...

Pero en retrospectiva, hasta a mi me hace llorar y no se por que.

Madre, santo sea tu nombre mil veces y mil más bendito el amor que me profesas cada dia, cuando fui niño y hoy que soy padre.

Bendición mami... y feliz dia.

J2